Santuario de Lourdes

Tocará madrugar pues nos espera un cómodo viaje de dos horas por autopista, tiempo que aprovecharemos para introducirte en la historia de la región, las tradiciones locales e, incluso, hacer una parada técnica para tomar un café y un croissant.

Milagro en 1858

Lourdes es un encantador pueblo medieval cuya historia cambió radicalmente cuando, en el verano de 1858, la Virgen María se le apareció varias veces a la niña Bernadette Soubirous en una cueva próxima al río Ouse. Ello convirtió al lugar en un polo de atracción mundial, convirtiéndolo en el segundo santuario católico con más vistas del mundo y la ciudad de Francia con mayor número de camas hoteleras, sólo detrás de París.

Tierra de basilicas

En Lourdes visitaremos los sitios más emblemáticos como la Cripta (que fue el santuario primitivo y está decorada con numerosos exvotos de fieles agradecidos), la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (con hermosas vidrieras que narran las apariciones), la basílica de Nuestra Señora del Rosario (un diseño románico-bizantino repleto de luminosas obras de arte, oros y mosaicos venecianos) o la basílica subterránea de San Pío X, de estilo brutalista y capaz de albergar a más de 25.000 personas.

Agua sagrada

Por supuesto, también conoceremos la gruta de Massabielle en la que Bernardette vivió las apariciones que dieron la vuelta al mundo y convirtieron el agua de Lourdes en un deseado objeto de fe con peregrinos que, anualmente, llegan desde los cinco continentes.

Para tu informacíon

La visita con Ikusnahi se prolonga durante 5 horas en las que es posible realizar una visita por libre a la casa de Bernardette o asistir a los rezos y misas. Aunque el santuario permanece abierto todo el año, es conveniente conocer los horarios de las celebraciones, trámite del que nos encargaremos en Ikusnahi.